Este invierno, como todos los años, debemos estar preparados para la batalla contra la gripe y otras enfermedades asociadas al frío. Al igual que el invierno pasado, este 2021 nos encuentra en un contexto complejo, conviviendo a la vez con el COVID-19.
Los principales síntomas del COVID-19 y la gripe estacional son muy similares: fiebre (chuchos de frío o sensación febril), tos, dolor de garganta, secreción nasal, dolor muscular (mialgia), dolor de cabeza (cefalea), decaimiento o malestar general (astenia), dificultad para respirar y también es posible la presencia de náuseas o vómitos.
Es por esto que resulta importante consultar a un médico, frente a la aparición de algún síntoma, y seguir sus recomendaciones.
¿Qué es la gripe?
Es una enfermedad infecto-contagiosa de naturaleza viral. Se caracteriza por síntomas como fiebre, malestar general, resfrío, tos, cefaleas, dolores óseos o musculares.
Este virus se transmite por el aire, a través de la tos o estornudos de personas infectadas o por el contacto con objetos contaminados.
¿Cuál es la medida más eficaz para su prevención?
La VACUNACIÓN. Es importante aclarar que esta vacuna no protege contra el Coronavirus.
¿Cómo podés reducir las probabilidades de contagio?
• Cubrirse la nariz y boca con el antebrazo al momento de estornudar o toser
•Usar tapabocas
• Lavarse las manos correctamente y de forma frecuente
• Evitar las aglomeraciones en lugares cerrados
• Utilizar alcohol en gel
• Utilizar pañuelos descartables en caso de tos y resfrío
• Mantener una alimentación rica en frutas que contengan vitamina C